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viernes, 16 de junio de 2017

Montero sobre cebra

Luis García Montero tumbado en un paso de cebra. Tras varios días de rumores, lo he visto con mis propios ojos. Los suyos, cerrados.

El poeta decidió un día (un 23 de julio, concretamente, a las 16:45, según los cronistas locales que siguen en plantilla) tumbarse sobre el paso de cebra de la Calle Bailén. Y ahí sigue. Dieciocho días exactamente. 

Sin hablar, sin moverse, sin poesía. Solo una sonrisa. 
Para unas, esa sonrisa significa calma, quietud, reflexión sobre la banda del cruce. Otras opinan que Montero ya no sabe cómo llamar la atención. "Muerta la poesía, viva la exhibición", entendí que vociferaban en el mercado unos contertulios al recordar los viejos tiempos del poeta.

Un transeúnte, a escasos metros del paso de poeta camuflado en cebras, le exclamó: “primero fue la política y ahora esto”.

Dos segundos más tarde, el recio caballero reconocía que lo que más le molestaba no era la invasión del paso de cebra que va de la Calle Bailén a la Calle Meridiana. No. Eso no era. Lo que más le molestaba de la actitud del hombre acostado sobre el paso de cebra era su mutismo.

Estima el ayuntamiento que a Montero le han pasado por encima en este período 250 vehículos pesados, 100 turismos (doce de ellos eléctricos), ochos bicicletas, 6 patinetes y varios niños (aproximadamente).

Pese a todo y todos, Montero sigue ahí.

La política también ha hablado.

La oposición considera que Montero está “evidenciando metafóricamente" el estado de la cultura de nuestro país.

Por su parte, el gobierno considera que Montero está atacando los valores cívicos fundamentales de nuestra sociedad y nuestro estado de derecho propio del clásico del poeta de izquierdas: "confunde libertad con libertinaje". Un parlamentario ha llegado a comentar que “a Montero se le ha agotado la poesía y no sabe cómo inspirarse”.

Luis García Montero continúa ahí.

De vez en cuando recibe agua, algo de comida y poesía seleccionada que intuye porque sigue sin abrir los ojos, sin hablar.

Otro poeta, que no quiso identificarse, manifestó en el diario hablado de ayer que “puede que Luis (García Montero) esté simplemente escuchando al viento. Como el Dylan". 

¿Tan difícil es de entender?

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